El POT es la carta magna del urbanismo de una ciudad, Pero la experiencia bogotana nos ha llevado a preguntarnos ¿cuál es su aplicabilidad? Y la respuesta sería: no mucha, en especial si se considera que, desde que se aprobó hace más de 12 años (Decreto 190 de Junio de 2004), muy pocas de sus grandes apuestas se han materializado.

Ahora que estamos elaborando el nuevo POT que regirá el destino de la ciudad durante los próximos años, cabe preguntarse qué errores cometimos en la formulación del documento vigente que de alguna manera han entorpecido la realización del plan. Para responder a esta pregunta, nos dimos a la tarea de realizar un análisis del Plan de Ordenamiento actual a partir de los siete principios básicos que Probogotá Región ha propuesto para asegurar la aplicabilidad del POT:

1. Mantener una visión de largo plazo.
2. Ser jurídicamente vinculante.
3. Ser legible y entendible para todos.
4. Ser jurídicamente seguro.
5. Ser estricto en el alcance de las normas de derecho común, pero flexible para la realización de proyectos estratégicos. O, dicho de otro modo, reglamentar todo lo necesario y a la vez, lo menos posible.
6. Ser ordenador del territorio y un instrumento real de gestión del suelo
7. Ser concertado