En medio del pico más alto de contagios de Covid-19, el país enfrentó largas jornadas de manifestaciones sociales que se prolongaron por varias semanas y que fueron provocadas por situaciones tan complejas como variadas. Este sacudón social impactó con fuerza las dinámicas de la ciudad, dejó huellas en la infraestructura y monumentos y escribió un capítulo más de la historia de los bogotanos. ProBogotá Región inició un nuevo ciclo de foros y conversaciones para hablar de temas que nos comprometen y este fue precisamente el primero: “La memoria: entre lo formal y lo cotidiano”.

ProBogotá Región invitó al arquitecto patrimonialista, Mauricio Uribe y la directora del Fondo del Promoción de la Cultura y del Museo Arqueológico MUSA, Alicia Eugenia Silva, quienes explicaron que la memoria es recordar los hechos del pasado, interpretarlos y darles significado, lo cual es fundamental para el desarrollo futuro de la ciudad. “El patrimonio no solo es material o natural, es inmaterial. El ejemplo más claro son las plazas de mercado, allí lo importante son las relaciones entre personas, hablar de comida, de productos y la relación entre lo urbano y lo rural”, explicó Uribe.

En ese sentido, el arquitecto considera que todos somos constructores de memoria, que no se trata de un tema de “especialistas”, sino de un asunto cotidiano pues, aseguró, “no hay que ser especialista en nada para tener memoria”. Cree que es necesario que los ciudadanos conozcan más a fondo la historia de Bogotá pues “si hay apropiación, entendemos mucho más la ciudad y la acabamos queriendo mucho más”. Alicia Eugenia Silva, por su parte, afirmó que Bogotá es única pues es la ciudad donde confluyen migrantes de todo el país.

“En este proceso de construir sociedad, tenemos que partir de la base de que cada persona que llega tiene derecho a su memoria y eso va a ser muy importante para la convivencia y para la riqueza de la memoria colectiva de la ciudad”, explicó Silva. En ese sentido, para Mauricio Uribe ser bogotano va mucho más allá de haber nacido en Bogotá, pues esta identidad está más ligada al orgullo y al amor de cada habitante por la ciudad. En sus palabras: “ser bogotano es estar aquí, no es haber nacido aquí”.

Ambos expertos coinciden en que los Cerros Orientales son el principal patrimonio de Bogotá, no solo en términos ambientales, sino porque se convirtieron en “La Meca” de la ciudad. Asimismo, hablaron de otros puntos icónicos para la capital como la iglesia del Voto Nacional que se inauguró en 1938 y tiene la palabra “Paz” escrita 200 veces en la fachada, la cúpula y las rejas. O el significado del lugar que se conoce hoy como la localidad de Los Mártires que, aseguran, puede ser un símbolo por excelencia de la ciudad, e incluso del país, empezando por su nombre.

Maria Carolina Castillo, presidente de ProBogotá Región

Para la presidente de ProBogotá, María Carolina Castillo, la memoria entonces es un elemento esencial para construir una mirada colectiva de Bogotá y para pensar en el potencial que tiene la ciudad. “Vale la pena que nos preguntemos ¿cuál es mi papel de construcción y de futuro en la ciudad en la que quiero vivir? Estoy segura de que los bogotanos tenemos la capacidad, la tenacidad y el interés por tener la mejor ciudad para vivir en Colombia. De nosotros depende que lo logremos”, concluyó.