Movilidad y transporte; uso del suelo, equidad y competitividad; agua potable; saneamiento del río Bogotá; y la disposición y aprovechamiento de residuos sólidos fueron los temas que trató la presidente de ProBogotá Región en su intervención en la audiencia pública sobre la Región Metropolitana Bogotá.
Académicos, políticos, representantes de las entidades territoriales de Cundinamarca y Bogotá, líderes comunitarios y voceros de organizaciones privadas se unieron este lunes a la audiencia pública sobre el proyecto de ley orgánica de la Región Metropolitana Bogotá – Cundinamarca. Se trata de un proyecto de ley que empieza su estudio por parte de las comisiones primeras de Senado y Cámara y que busca la asociación estratégica entre Bogotá y los municipios de Cundinamarca. La idea, básicamente, es establecer un mapa de ruta sobre la integración entre los diferentes territorios para tomar decisiones conjuntas y sacar adelante proyectos que sean convenientes y productivos para la región.
Para ProBogotá Región se trata de un asunto de gran prioridad toda vez que la Región Metropolitana resulta clave para el desarrollo sostenible de Bogotá y sus municipios circunvecinos. Por eso, la presidente de ProBogotá Región, María Carolina Castillo, participó en esta audiencia y, durante su intervención, tocó cinco aspectos que, a su consideración, resultan relevantes para lo que tiene que ver con el estudio de esta ley y la integración entre las diferentes entidades territoriales: Movilidad y transporte; uso del suelo, equidad y competitividad; agua potable; saneamiento del río Bogotá; y la disposición y aprovechamiento de residuos sólidos.
En primer lugar, María Carolina Castillo explicó que cuando se habla de Región Metropolitana, se habla de una figura jurídica que en ningún momento representa una entidad territorial, lo cual se debe tener en cuenta al momento de definir las competencias y las tareas a asignar. En sus palabras, la Región Metropolitana es una organización asociatividad entre las entidades territoriales para cumplir unos fines determinados en el artículo 325 constitucional. En ese sentido, señaló que no hay desprendimiento de las competencias de las entidades territoriales y es en virtud de la autonomía de estos municipios y del departamento de Cundinamarca que se vinculan a la Región Metropolitana.
Castillo mencionó cinco asuntos de carácter metropolitano que las entidades territoriales deben atender de manera colectiva. El primero tiene que ver con la movilidad y el transporte. “Las vías de acceso a Bogotá y sus conexiones regionales y nacionales se encuentran ya saturadas y no hay claridad sobre quién debe planificar la proyección y ampliación de esta infraestructura, ni su financiación”, manifestó la presidente de ProBogotá agregando que, si bien existen múltiples autoridades en el territorio, estas no se encuentran coordinadas y tampoco hay una organización tarifaria, ni modal, en el servicio de transporte o de movilidad para los habitantes de Bogotá y los municipios alrededor.
El segundo punto que abordó la vocera de ProBogotá tiene que ver con los usos del suelo, la equidad y la competitividad. Afirmó que existe un instrumento de mayor relevancia en la propuesta de Región Metropolitana y es el Plan Metropolitano Supramunicipal a partir del cual, por primera vez después de 30 años, se podrá coordinar realmente la actuación en materia de planificación de todos los municipios y del departamento de Cundinamarca. “Al asociarse en la región, el municipio no se desprenderá de sus competencias, será el Concejo municipal el responsable de definir la vocación del suelo. Sin embargo, habría un instrumento que podría ser ordenador de superior jerarquía, que permitiría que, por primera vez, converja la planificación de unos y otros”, señaló.
El abastecimiento del agua potable, fue el tercer asunto del que habló María Carolina Castillo resaltando que, aunque la región cuenta con la mayor población del país, Cundinamarca tiene una limitación de sus fuentes hídricas superficiales, para garantizar el abastecimiento de agua potable. Para Castillo, se trata de una discusión que se debe dar de manera integrada pues, solo así, se podría lograr el equilibrio entre el abastecimiento, capacidades técnicas y las decisiones de ordenamiento territorial que al final tienen consecuencias sobre otros. “cualquier decisión en materia de ordenamiento territorial de Bogotá, se ve reflejada en los municipios cercanos, por eso es tan importante contar con la región y con los elementos de planificación que permitan entender a Bogotá y sus municipios vecinos como un conjunto”, afirmó.
Por otro lado, agregó que el saneamiento del río Bogotá también forma parte de una mirada regional porque, aunque la sentencia del Consejo de Estado ha ordenado que este procedimiento se lleve a cabo, “desafortunadamente”, en la práctica, no se ha logrado concretar el saneamiento de la cuenca del río. Asimismo, Castillo se refirió a la disposición y aprovechamiento de residuos sólidos afirmando que estos procesos responden a principios relativamente regionales, pero que no se ha dado una solución integral a todos los municipios que deberían estar asociados con estos asuntos.
“La región metropolitana es muy importante para el desarrollo sostenible de Bogotá, sus municipios circunvecinos y en el general para el país, pero entendiendo bien sus características particulares de escala, que debe ser metropolitana; no compite con el régimen departamental, ni con la RAPE (Región Administrativa y de Planeación Especial); y lo propio en relación a las materias a las cuales se debe acometer su tarea y los instrumentos de su gestión”, concluyó.