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Visión Metropolitana 2051

La Visión Metropolitana 2051 busca contribuir de manera directa al diseño de estrategias y acciones, que generen avances en la productividad y calidad de vida de los habitantes de la región, entendiendo las dinámicas  propias de las entidades territoriales, así como el reconocimiento de los activos ambientales y de sus servicios ecosistémicos como la base para lograrlo.

Presentamos el resultado del trabajo colaborativo entre actores de la sociedad civil, la academia, empresarios, líderes, tanques de pensamiento y representantes de los distintos niveles de gobierno.

Aquí encontrará representados en mapas de Bogotá y la región, propuestas en torno a una visión conjunta del futuro regional y para ello plasmamos los activos ambientales; las oportunidades de progreso gracias a la red logística, el sistema de abastecimiento y el turismo; la confianza para la gobernanza; el equilibrio territorial; la movilidad para la competitividad y las oportunidad para seguir construyendo una región saludable y sostenible.

1. Sistema azul y verde para la resiliencia

La Sabana del río Bogotá cuenta con valiosos activos ambientales como los páramos de Sumapaz, Chingaza y Guerrero que suman 127.711 has; 18.657 has de ríos y humedales; y 136.549 ha de reserva forestales; que ofrecen servicios ecosistémicos de regulación, abastecimiento, y cultura.

El sistema azul y verde plantea un nuevo modelo de desarrollo donde lo natural y lo humano se encuentran en equilibrio a partir de conexiones funcionales y ecosistémicas entre ríos, humedales, áreas protegidas, parques naturales y el espacio público.

La estructura ecológica regional se convierte en el entramado ordenador de un territorio resiliente,que mitiga los impactos derivados de la actividad humana, se adapta al cambio climático y se enfoca en la convivencia armónica de sus habitantes con la naturaleza, a partir de las siguientes estrategias:

1.1. Tejido verde en torno al agua. Red de elementos con valores ecosistémicos y de espacio público articulados al sistema hídrico; recuperados y dotados para su reconocimiento y apropiación.

1.2. Cinturones verdes de contención. Construcción de un sistema regional contra incendios forestales y barreras naturales para contener el crecimiento urbano en áreas de riesgo o con valores ecosistémicos.

1.3. Corredores ecosistémicos para proteger las fábricas de agua. Conformar corredores para la protección a partir de rutas funcionales de fauna, que garanticen la conexión de elementos con importancia ecosistémica en torno a fuentes de producción hídrica.

2. Oportunidades para una región próspera

La Región Bogotá Cundinamarca, se consolida como la economía más fuerte del país, representa más del 31% del PIB nacional y cuenta con la tercera menor tasa de desocupación (10,1%) y la menor tasa de informalidad (32,3%). Por otra parte, cuenta con activos clave como el Aeropuerto Internacional El Dorado, el puerto seco más importante de Latinoamérica en transporte de carga y tercero en conexión de pasajeros.

Las características físicas de la región, su estructura funcional, el desarrollo industrial y tecnológico, el talento humano y las oportunidades de crecimiento determinan su potencial para consolidarse como un lugar atractivo para invertir, vivir y trabajar.

Para lograrlo, es preciso priorizar proyectos de infraestructura vial y logística, garantizar la calidad y continuidad de soportes urbanos, así como la implementación de programas transversales de seguridad integral metropolitana y generación de capacidades a partir de la identificación de activos.

2.1. Red logística para la competitividad. Sistema de movilidad que optimiza el transporte de bienes y servicios por corredores de alta capacidad, continuos y conectados con áreas de producción, acopio y distribución; consolidando al Aeropuerto El Dorado como puerto seco internacional.

2.2. Sistema de abastecimiento regional para la seguridad alimentaria. Conexión física y funcional entre áreas de producción y transformación de alimentos a partir de la innovación, con una red de acopio y distribución descentralizada.

2.3. Entramado turístico de la Sabana del Río Bogotá. Impulsar rutas turísticas a partir del reconocimiento de activos patrimoniales y ambientales interconectados con una oferta cultural y de servicios atractivos.

3. Confianza para la gobernanza

La confianza en la institucionalidad es fundamental para la gobernanza de la región y se traduce en la claridad técnica para la priorización, desarrollo y ejecución de proyectos regionales estratégicos. Es a partir de la calidad de los proyectos ejecutados que se comienza a construir confianza y una identidad regional.

El proceso de metropolización debe apoyarse en: la formulación de una visión regional consensuada de largo plazo que se materialice a partir de proyectos concretos, así como en una estructura metodológica sólida para evaluar la viabilidad e impacto de las acciones prioritarias y permita consolidar un banco de proyectos de iniciativa pública o privada.

3.1. Sistema unificado de información y seguimiento regional. Batería de indicadores regionales para el monitoreo del impacto de las acciones urbanísticas en territorio y orientadores de la toma de decisiones.

3.2. Formulación del Plan Estratégico Regional. A partir de tres sistemas articulados: ambiente y hábitat, vocaciones productivas, y movilidad y transporte; que consoliden una visión consensuada del territorio a partir de sus necesidades y vocaciones.

3.3. Banco de proyectos regionales. Proyectos viables técnica, financiera y socialmente, acompañados de una batería de incentivos e instrumentos de financiación alternativos a los recursos públicos para su estructuración, ejecución y sostenibilidad mediante alianzas entre el sector público y privado.

4. Equilibrio territorial

En la Región existe un crecimiento asimétrico. Mientras que la huella urbana de Bogotá entre 2010 y 2022 ha crecido el 4%, el promedio de crecimiento de la huella urbana de los municipios de su entorno inmediato alcanzó el 42%. Esta tendencia, ha traído ineficiencias en el uso del suelo, afectaciones la movilidad y la calidad del aire, el deficiente acceso a servicios y conflictos con áreas de importancia ambiental.

Resulta fundamental establecer lineamientos regionales que faciliten los procesos de ordenamiento territorial; la definición de los suelos susceptibles de protección para la prestación de servicios ecosistémicos, revitalización de entornos y/o de expansión de áreas urbanas; así como, la utilización herramientas como el catastro inteligente para la redistribución eficiente de los recursos y promover modelos efectivos para la generación de viviendas apropiadas y servidas.

4.1. Herramientas para la planificación sostenible. Promover instrumentos de planificación para el desarrollo compacto y sostenible de las ciudades, acorde con las proyecciones de crecimiento, las necesidades de soportes urbanos y la vocación funcional del suelo.

4.2. Territorios con oportunidad. Re-cualificar áreas urbanas de origen informal o zonas con bajo aprovechamiento de su potencial urbano, económico o social, para promover dinámicas sostenibles de ocupación del territorio.

4.3. Hábitats Biomiméticos. Consolidar piezas compactas de ciudad en armonía con el entorno natural, poniendo a disposición de los habitantes de la región servicios ecosistémicos; promoviendo la movilidad sostenible y servicios urbanos de calidad; habilitando actividades generadoras de empleo; incorporando elementos de diseño para fortalecer la vida urbana y garantizando conectividad a partir de nuevas tecnologías.

5. Movilidad para la competitividad

En los municipios de la región se realizan 1.822.490 viajes diarios, de los cuales 461.339 tienen por destino a Bogotá. El 52,6% de estos viajes se realizan en transporte público con una duración promedio de 95 minutos. La congestión en los principales corredores, afecta la calidad de vida de los habitantes de la región, produce mayores emisiones y disminuye la competitividad.

Resulta prioritario avanzar en la consolidación de redes articuladas multimodales para la conectividad, como ejes de crecimiento y detonantes de desarrollo; la incorporación de estrategias de gestión eficientemente las conmutaciones, así como la optimización de las capacidades de los sistemas de transporte público existentes; en busca de disminuir los tiempos de desplazamiento y garantizar la accesibilidad de bienes y servicios.

La Agencia Regional de Movilidad, es la llamada a liderar la articulación de acciones en torno a la movilidad y transporte, fortaleciendo:

5.1. Corredores regionales de alta capacidad. Promover ejes de movilidad regional que garanticen la continuidad, en respuesta a las necesidades actuales de movilidad para carga y pasajeros, desarrollados bajo criterios de sostenibilidad económica, social y ambiental.

5.2. Multimodalidad. Promover la implementación de nuevos modos de movilidad que interactúen física, funcional y operativamente; para mejorar la movilidad de los habitantes de la región.

5.3. Movilidad activa. Promover intervenciones urbanas de espacio público e infraestructura para la movilidad activa en viajes cortos, y facilite el acceso al sistema de transporte público masivo regional.

6. Región saludable y sostenible

La región concentra un quinto (1/5) de la población del país, 10.040.178 de personas en un área urbana de 58.000 hectáreas. Genera un tercio (1/3) del PIB, convirtiéndose en la principal prestadora de servicios del país. En términos demográficos, la región se encuentra en un momento estratégico, donde la población en edad productiva supera a la dependiente.

Planear adecuadamente las ciudades impacta directamente la calidad de vida de sus habitantes. La capacidad de una ciudad de proveer servicios, es directamente proporcional al bienestar y la productividad de sus habitantes. La localización de nuevas centralidades de equipamientos de escala regional, en áreas deficitarias y próximas zonas densamente habitadas, se plantea como parte de una estrategia para conservar y capital humano, ofreciendo servicios y soportes urbanos de alta calidad, equitativos, accesibles y seguros.

6.1. Circuitos regionales para el esparcimiento. Promover la generación de redes de espacio público regional, con altos estándares arquitectónicos, paisajísticos y urbanísticos; para convertirse en hitos urbanos generadores de identidad y apropiación.

6.2. Equipamientos para el bienestar. Garantizar la accesibilidad a soportes urbanos polivalentes de escala regional, ofreciendo servicios de salud, educación y esparcimiento.

6.3. Sembrando saberes. Fomentar programas de educación especializada en torno a las vocaciones del territorio, encadenado con el acceso a oportunidades laborales y ofertas de nuevos mercados.

Conozca a nuestro grupo de expertos

Visión Metropolitana 2051

La Visión Metropolitana 2051 busca contribuir de manera directa al diseño de estrategias y acciones, que generen avances en la productividad y calidad de vida de los habitantes de la región, entendiendo las dinámicas  propias de las entidades territoriales, así como el reconocimiento de los activos ambientales y de sus servicios ecosistémicos como la base para lograrlo.

Presentamos el resultado del trabajo colaborativo entre actores de la sociedad civil, la academia, empresarios, líderes, tanques de pensamiento y representantes de los distintos niveles de gobierno.

Aquí encontrará representados en mapas de Bogotá y la región, propuestas en torno a una visión conjunta del futuro regional y para ello plasmamos los activos ambientales; las oportunidades de progreso gracias a la red logística, el sistema de abastecimiento y el turismo; la confianza para la gobernanza; el equilibrio territorial; la movilidad para la competitividad y las oportunidad para seguir construyendo una región saludable y sostenible.

1. Sistema azul y verde para la resiliencia

La Sabana del río Bogotá cuenta con valiosos activos ambientales como los páramos de Sumapaz, Chingaza y Guerrero que suman 127.711 has; 18.657 has de ríos y humedales; y 136.549 ha de reserva forestales; que ofrecen servicios ecosistémicos de regulación, abastecimiento, y cultura.

El sistema azul y verde plantea un nuevo modelo de desarrollo donde lo natural y lo humano se encuentran en equilibrio a partir de conexiones funcionales y ecosistémicas entre ríos, humedales, áreas protegidas, parques naturales y el espacio público.

La estructura ecológica regional se convierte en el entramado ordenador de un territorio resiliente,que mitiga los impactos derivados de la actividad humana, se adapta al cambio climático y se enfoca en la convivencia armónica de sus habitantes con la naturaleza, a partir de las siguientes estrategias:

1.1. Tejido verde en torno al agua. Red de elementos con valores ecosistémicos y de espacio público articulados al sistema hídrico; recuperados y dotados para su reconocimiento y apropiación.

1.2. Cinturones verdes de contención. Construcción de un sistema regional contra incendios forestales y barreras naturales para contener el crecimiento urbano en áreas de riesgo o con valores ecosistémicos.

1.3. Corredores ecosistémicos para proteger las fábricas de agua. Conformar corredores para la protección a partir de rutas funcionales de fauna, que garanticen la conexión de elementos con importancia ecosistémica en torno a fuentes de producción hídrica.

2. Oportunidades para una región próspera

La Región Bogotá Cundinamarca, se consolida como la economía más fuerte del país, representa más del 31% del PIB nacional y cuenta con la tercera menor tasa de desocupación (10,1%) y la menor tasa de informalidad (32,3%). Por otra parte, cuenta con activos clave como el Aeropuerto Internacional El Dorado, el puerto seco más importante de Latinoamérica en transporte de carga y tercero en conexión de pasajeros.

Las características físicas de la región, su estructura funcional, el desarrollo industrial y tecnológico, el talento humano y las oportunidades de crecimiento determinan su potencial para consolidarse como un lugar atractivo para invertir, vivir y trabajar.

Para lograrlo, es preciso priorizar proyectos de infraestructura vial y logística, garantizar la calidad y continuidad de soportes urbanos, así como la implementación de programas transversales de seguridad integral metropolitana y generación de capacidades a partir de la identificación de activos.

2.1. Red logística para la competitividad. Sistema de movilidad que optimiza el transporte de bienes y servicios por corredores de alta capacidad, continuos y conectados con áreas de producción, acopio y distribución; consolidando al Aeropuerto El Dorado como puerto seco internacional.

2.2. Sistema de abastecimiento regional para la seguridad alimentaria. Conexión física y funcional entre áreas de producción y transformación de alimentos a partir de la innovación, con una red de acopio y distribución descentralizada.

2.3. Entramado turístico de la Sabana del Río Bogotá. Impulsar rutas turísticas a partir del reconocimiento de activos patrimoniales y ambientales interconectados con una oferta cultural y de servicios atractivos.

3. Confianza para la gobernanza

La confianza en la institucionalidad es fundamental para la gobernanza de la región y se traduce en la claridad técnica para la priorización, desarrollo y ejecución de proyectos regionales estratégicos. Es a partir de la calidad de los proyectos ejecutados que se comienza a construir confianza y una identidad regional.

El proceso de metropolización debe apoyarse en: la formulación de una visión regional consensuada de largo plazo que se materialice a partir de proyectos concretos, así como en una estructura metodológica sólida para evaluar la viabilidad e impacto de las acciones prioritarias y permita consolidar un banco de proyectos de iniciativa pública o privada.

3.1. Sistema unificado de información y seguimiento regional. Batería de indicadores regionales para el monitoreo del impacto de las acciones urbanísticas en territorio y orientadores de la toma de decisiones.

3.2. Formulación del Plan Estratégico Regional. A partir de tres sistemas articulados: ambiente y hábitat, vocaciones productivas, y movilidad y transporte; que consoliden una visión consensuada del territorio a partir de sus necesidades y vocaciones.

3.3. Banco de proyectos regionales. Proyectos viables técnica, financiera y socialmente, acompañados de una batería de incentivos e instrumentos de financiación alternativos a los recursos públicos para su estructuración, ejecución y sostenibilidad mediante alianzas entre el sector público y privado.

4. Equilibrio territorial

En la Región existe un crecimiento asimétrico. Mientras que la huella urbana de Bogotá entre 2010 y 2022 ha crecido el 4%, el promedio de crecimiento de la huella urbana de los municipios de su entorno inmediato alcanzó el 42%. Esta tendencia, ha traído ineficiencias en el uso del suelo, afectaciones la movilidad y la calidad del aire, el deficiente acceso a servicios y conflictos con áreas de importancia ambiental.

Resulta fundamental establecer lineamientos regionales que faciliten los procesos de ordenamiento territorial; la definición de los suelos susceptibles de protección para la prestación de servicios ecosistémicos, revitalización de entornos y/o de expansión de áreas urbanas; así como, la utilización herramientas como el catastro inteligente para la redistribución eficiente de los recursos y promover modelos efectivos para la generación de viviendas apropiadas y servidas.

4.1. Herramientas para la planificación sostenible. Promover instrumentos de planificación para el desarrollo compacto y sostenible de las ciudades, acorde con las proyecciones de crecimiento, las necesidades de soportes urbanos y la vocación funcional del suelo.

4.2. Territorios con oportunidad. Re-cualificar áreas urbanas de origen informal o zonas con bajo aprovechamiento de su potencial urbano, económico o social, para promover dinámicas sostenibles de ocupación del territorio.

4.3. Hábitats Biomiméticos. Consolidar piezas compactas de ciudad en armonía con el entorno natural, poniendo a disposición de los habitantes de la región servicios ecosistémicos; promoviendo la movilidad sostenible y servicios urbanos de calidad; habilitando actividades generadoras de empleo; incorporando elementos de diseño para fortalecer la vida urbana y garantizando conectividad a partir de nuevas tecnologías.

5. Movilidad para la competitividad

En los municipios de la región se realizan 1.822.490 viajes diarios, de los cuales 461.339 tienen por destino a Bogotá. El 52,6% de estos viajes se realizan en transporte público con una duración promedio de 95 minutos. La congestión en los principales corredores, afecta la calidad de vida de los habitantes de la región, produce mayores emisiones y disminuye la competitividad.

Resulta prioritario avanzar en la consolidación de redes articuladas multimodales para la conectividad, como ejes de crecimiento y detonantes de desarrollo; la incorporación de estrategias de gestión eficientemente las conmutaciones, así como la optimización de las capacidades de los sistemas de transporte público existentes; en busca de disminuir los tiempos de desplazamiento y garantizar la accesibilidad de bienes y servicios.

La Agencia Regional de Movilidad, es la llamada a liderar la articulación de acciones en torno a la movilidad y transporte, fortaleciendo:

5.1. Corredores regionales de alta capacidad. Promover ejes de movilidad regional que garanticen la continuidad, en respuesta a las necesidades actuales de movilidad para carga y pasajeros, desarrollados bajo criterios de sostenibilidad económica, social y ambiental.

5.2. Multimodalidad. Promover la implementación de nuevos modos de movilidad que interactúen física, funcional y operativamente; para mejorar la movilidad de los habitantes de la región.

5.3. Movilidad activa. Promover intervenciones urbanas de espacio público e infraestructura para la movilidad activa en viajes cortos, y facilite el acceso al sistema de transporte público masivo regional.

6. Región saludable y sostenible

La región concentra un quinto (1/5) de la población del país, 10.040.178 de personas en un área urbana de 58.000 hectáreas. Genera un tercio (1/3) del PIB, convirtiéndose en la principal prestadora de servicios del país. En términos demográficos, la región se encuentra en un momento estratégico, donde la población en edad productiva supera a la dependiente.

Planear adecuadamente las ciudades impacta directamente la calidad de vida de sus habitantes. La capacidad de una ciudad de proveer servicios, es directamente proporcional al bienestar y la productividad de sus habitantes. La localización de nuevas centralidades de equipamientos de escala regional, en áreas deficitarias y próximas zonas densamente habitadas, se plantea como parte de una estrategia para conservar y capital humano, ofreciendo servicios y soportes urbanos de alta calidad, equitativos, accesibles y seguros.

6.1. Circuitos regionales para el esparcimiento. Promover la generación de redes de espacio público regional, con altos estándares arquitectónicos, paisajísticos y urbanísticos; para convertirse en hitos urbanos generadores de identidad y apropiación.

6.2. Equipamientos para el bienestar. Garantizar la accesibilidad a soportes urbanos polivalentes de escala regional, ofreciendo servicios de salud, educación y esparcimiento.

6.3. Sembrando saberes. Fomentar programas de educación especializada en torno a las vocaciones del territorio, encadenado con el acceso a oportunidades laborales y ofertas de nuevos mercados.

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