ProBogotá Región considera que la construcción de la primera línea del metro es fundamental para el futuro de la movilidad y el desarrollo urbano de la capital, como parte de una solución integral de largo plazo.
Así lo dio a conocer el Presidente de esa Fundación del sector privado, Luis Guillermo Plata, al citar un documento de trabajo que indica que construir la primera línea del metro en varias etapas y al tiempo adelantar obras estratégicas para la movilidad, es la recomendación de ProBogotá Región.
Según el documento, la experiencia internacional indica que en proyectos de metros similares, el costo real es mayor, en promedio 1.91 veces al costo estimado, y la demanda real es menor, en promedio 52 % de la estimada. Así mismo, el costo total del proyecto de 27 km, proyectado en 15 billones de pesos, no contempla los costos financieros e imprevistos, ni tampoco la reciente devaluación del peso, la cual podría por sí sola elevar la cifra a cerca a 18 billones de pesos, dada la participación de equipos móviles y otros elementos importados.
Para ProBogotá, lo más sensato para la ciudad es construir la primera línea del metro por etapas. “Nuestra propuesta apunta a iniciar la red de metro construyendo un primer tramo de la línea uno (L1) a partir de los estudios existentes, iniciando en el Portal de las Américas en el sector de Kennedy donde la demanda es más alta y complementa la red de transporte masivo del sur-occidente de la ciudad hacia el centro, terminando cerca de la Calle 72. Adicionalmente, este tramo tiene menor riesgo constructivo, al ser suelos con características geotécnicas más homogéneas, y permite el uso de la tuneladora”, precisó Plata.
Indicó que el tramo norte de la propuesta de L1, por su parte, tiene menor demanda de viajes, y por la condición de los suelos, requiere construcción a cielo abierto, generando altos riesgos e impactos constructivos que se reflejan en un mayor costo.
Concluyó en que esta alternativa permite que, al realizar por etapas la construcción de la primera línea del metro, se reduzcan los riesgos de demanda y geología y por ende el costo final, se acorten los tiempos para entrar en operación, se favorezca la viabilidad financiera y se generen aprendizajes valiosos para diseñar la extensión de la red de metro de Bogotá.
